[eng] Para que se produzca un encuentro real, pleno y satisfactorio entre dos
personas, lo más importante que ha de producirse es una concienciación de lo
hay ante sus ojos, esto es, otra persona, con todas sus circunstancias y
experiencias vivenciales que lo van configurando (alegrías, satisfacciones,
tristezas, angustias, etc.).
Sin embargo, uno de los grandes problemas del ser humano radica en
vislumbrar la realidad desde su propio prisma, sin salir de sí hacia el otro. Esto
conduce a un ensimismamiento, entendiendo el mundo y a los demás seres
humanos desde una perspectiva única e individual de la realidad, haciendo de
ella algo simple y subjetivo, y dando lugar en muchas ocasiones a la variación
de un discurso donde el valor de una acción y/o una persona lo determina el
mismo sujeto que realiza dicho juicio. Inevitablemente, esta manera de entender
la realidad conduce a relativizar los hechos y a las personas en base a la propia
conciencia y a la propia moral. Y si éstas no están bien formadas y no se pone
de relieve lo más importante, que es la persona en sí, el problema será mayor.
En las profesiones sanitarias esta cuestión es de mayor trascendencia ya que
el encuentro que se produce entre el profesional asistencial y una persona
enferma es mucho más complejo e intrincado pues en ese encuentro no sólo
están presentes dos personas desconocidas y diferentes sino que, además, está
toda la problemática de la enfermedad, del sufrimiento, etc.
Por ello, partiendo de la tesis doctoral “Reflexión sobre la contribución de la
Presencia Intencional en la Rehumanización de la Enfermería” se ha querido
avanzar y proponer con este TFM (Trabajo Fin de Máster) una unidad didáctica
que contribuya a desarrollar y a mejorar las relaciones entre profesional
asistencial-paciente.