[spa] Las alergias alimentarias constituyen un motivo de preocupación por su problema con la
salud pública, no únicamente para los consumidores, sino también para la industria
alimentaria. Hasta hace relativamente poco no se ha encontrado solución para estos
problemas y mucha gente no ha podido adaptarse a la hora de alimentarse sin sufrir
intolerancias y alergias causadas por los alérgenos que contienen los alimentos. Para
evitar estos problemas, se han aplicado unos planes eficaces de control de alérgenos que
garantizan la inocuidad de los productos, protegen la salud de los consumidores y
aseguran la reputación de las industrias de alimentos.
Por todo ello, a partir del 2011 se instauró un Tratado de Funcionamiento de la Unión
Europea (TFUE) y en 2015 un decreto (Real Decreto 126/1015) en donde se explicó
cómo y por qué se debe realizar un programa de alérgenos teniendo como objetivo
principal lograr un alto nivel de protección de los consumidores. Se creó la Autoridad
Europea Alimentaria para fijar un criterio y procedimiento global y se utilizó como
vehículo seguro a la hora de elegir con conocimiento de causa los alimentos que se
consumen evitando así cualquier práctica que pueda inducir a engaño o a error.
Se han descrito todas las pautas para poder llevar a cabo el etiquetado obligatorio para
los alimentos. Entre otras, algunas de las normas más importantes son la legibilidad,
incluido el tamaño de la letra, el color, el contraste, etc. las denominaciones que se
deben hacer y su orden (denominación del alimento, lista de ingredientes, fecha de
duración mínima o fecha de caducidad, condiciones de conservación y utilización, etc.),
la colocación de la información y la más sustancial, el etiquetado de las sustancias que
causan alergias o intolerancias, las cuales deben destacar entre los otros ingredientes.
Todas estas normas deberán aplicarse sólo en las empresas que impliquen una
continuidad de las actividades y un cierto grado de organización en todas las fases de la
cadena alimentaria como son los hoteles, y se tendrán en cuenta 14 alérgenos que por
estadística son los más relevantes en cuanto a producción de alergias e intolerancias en
la Unión Europea.
El estudio que se realizará se basa en los programas de alérgenos que se están llevando a
cabo en los hoteles, específicamente en las Islas Baleares. Cada hotel debe poseer una
carta de alérgenos en donde mostrarán tantos los alérgenos, tanto directos como los
alérgenos debido a la contaminación indirecta, de todos los menús que se servirán a los
clientes. El objetivo de este estudio es conocer la incidencia de estos 14 alérgenos en el
sector turístico de las Islas Baleares, pudiendo así relacionarlo con la dieta mediterránea
y, en un futuro, poder compararlo con otras dietas y ver qué alérgenos destacan más en
cada tipo de alimentación. Todo esto se realizará mediante encuestas a los propios
clientes en los hoteles de las Islas, y también accediendo a los registros de los hoteles
que contengan información de las incidencias de alérgenos de los hospedadores.