Mujeres en entornos de prostitución: Prevención de la violencia de género e intervención con posibles víctimas

Abstract

[spa] La prostitución y la trata de personas con fines de explotación sexual son fenómenos que constituyen una de las principales formas de violencia contra las mujeres. Aunque la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género de 2004 se limita a establecer medidas y recomendaciones dirigidas a proteger y atender a las mujeres que sufren violencia de género por parte de sus parejas o ex parejas, es necesario atender al colectivo de mujeres en entornos de prostitución que sufren este tipo de violencia en muchas ocasiones por duplicado: por parte de los clientes y proxenetas prostituidores y por parte de sus parejas sentimentales que, en ocasiones, coinciden. Así, a través de este proyecto, dirigido a mujeres que se encuentran en entornos de prostitución, se persigue introducir conceptos que permitan a las mujeres que participen detectar y actuar frente a la violencia de género, conceptos que se transmitirán en los talleres formativos planificados e impartidos por personas formadas en la materia. Para las mujeres que puedan estar sufriendo este tipo de violencia y manifiesten su decisión de acabar con esa situación, se plantea un segundo espacio en el que podrán ser atendidas por una trabajadora social de manera individual que las orientará y derivará a los recursos pertinentes en la materia y realizará seguimiento de los casos. Durante todo el proceso de implementación del proyecto se tendrá una actitud evaluadora, tanto por parte de las personas que impartan los talleres como por parte de la trabajadora social que efectúe las intervenciones individuales, no tanto de los conocimientos adquiridos por las mujeres en los talleres, sino del proceso de aprendizaje, teniendo en cuenta el interés despertado por los temas tratados, la metodología y recursos pedagógicos utilizados y la correspondiente actitud comprensiva, conciliadora y flexible ante la posible emocionalidad e identificación personales que puedan aparecer. Teniendo en cuenta que los temas a tratar serán delicados, la evaluación tendrá que ser tanto del proceso como final así como del impacto de género que se podrá producir.