[spa] Según la Organización mundial de la salud, desde 1992 la fibromialgia se
considera una enfermedad crónica caracterizada por dolor músculo-esquelético
generalizado en varias zonas corporales y una reducción del umbral del dolor,
con aumento de sensibilidad dolorosa a la presión en determinados puntos del
cuerpo. Este dolor se localiza sobre todo en zonas musculares, sin que existan
alteraciones orgánicas demostrables, y además el paciente presenta gran
sensibilidad a cualquier contacto físico o cambio de temperatura. Esta patología
se relaciona con otros problemas de salud como son mala calidad del sueño,
fatiga, ansiedad, hábito intestinal irregular y dolores abdominales, entre otros. A
día de hoy se desconoce la causa de esta enfermedad y cualquiera puede
padecerla, aunque es más común en mujeres de mediana edad. En este
sentido, las personas con artritis reumatoide y otras enfermedades
autoinmunes tienen mayores probabilidades de desarrollar fibromialgia. Hoy en
día, no existe una cura definitiva pero los avances médicos pueden ayudar a
controlar los síntomas. Dormir suficiente, seguir una dieta mediterránea
saludable, y el ejercicio pueden ayudar a combatir los síntomas de esta
enfermedad. La nutrición está siendo cada vez más investigada como un factor
importante a tener en cuenta en el tratamiento de la fibromialgia. Existen
evidencias sobre los efectos beneficiosos de los nutrientes antioxidantes, la
importancia del control de peso, las posibles intolerancias alimentarias y el
papel que pueden tener ciertas deficiencias o desequilibrios nutricionales. El
objetivo de este estudio es identificar los efectos de la dieta mediterránea sobre
pacientes que sufren fibromialgia. Para ello, se deberán identificar los hábitos
alimenticios y el estado nutricional de dichos pacientes, y ver si es posible
corregir algunos síntomas de la fibromialgia por medio de cambios en la
alimentación. Se trata de un ensayo clínico prospectivo centrado en pacientes
con fibromialgia, con edades comprendidas entre los 35 y los 50 años, que
acudan a consulta de reumatología. Se va a llevar a cabo la evaluación del
estado nutricional en estos pacientes mediante el empleo de métodos objetivos
(índice de masa corporal [IMC], albúmina sérica, colesterol, medidas
antropométricas, etc.), encuestas y herramientas de cribado nutricional.