[spa] En este trabajo pretendo abordar un problema existente entre los deportistas que desempeñan su actividad en España, en especial sobre los futbolistas de máximo nivel, que, además de ser seguidos y admirados por gran parte de la sociedad española, desde hace ya unos años la Administración Tributaria ha puesto el foco sobre ellos, lo que está provocando que veamos a grandes ídolos sentados en el banquillo de los acusados, por delitos de fraude fiscal.
Ante una normativa anticuada y en ocasiones ambigua, los deportistas de élite buscan sistemas para evitar el pago de unos impuestos que en la mayoría de los casos alcanzan varios millones de euros al año. Entonces, ¿son los futbolistas los que quieren pagar menos impuestos o tenemos un problema normativo en España? Probablemente influyan los dos factores por igual.
En un país como España donde la desigualdad de la renta es tan pronunciada, es paradigmático de nuestra sociedad, que aquellos que más ganan intenten buscar métodos al filo de la legalidad para contribuir lo menos posible. Hecha la ley, hecha la trampa.
La obligación de tributar es de todos como reconoce la Constitución Española de 1978: todos aquellos que desarrollen su actividad económica en territorio español tienen el deber de contribuir al gasto público de acuerdo con su capacidad, sean nacionales o extranjeros. Esta obligación tiene que obedecer a los principios de igualdad y progresividad. Aquél tiene como objetivo una igualdad formal y éste una igualdad material que pueda corregir las desigualdades sociales existentes, en tanto en cuanto, se paga más a medida que aumenta la riqueza.
Acudiendo a la típica comparación, el sueldo medio anual de un médico en España ronda los 53.000€ brutos y los futbolistas de la Primera División Español en torno a los 4 millones de euros brutos. También es cierto que, la vida laboral de estos deportistas de élite es muy breve y las rentas que perciben en este corto periodo de tiempo suelen ser muy elevadas.