[spa] Diversos estudios señalan en varios grupos poblacionales que el 20-40% de los pacientes con
epilepsia son resistentes a fármacos antiepilépticos entendiendo como epilepsia refractaria al
tratamiento según la liga internacional contra la epilépsia (ILAE) aquella en la cual se produce el
fracaso a dos ensayos terapéuticos, en monoterapia o en combinación, tolerados, apropiadamente
elegidos y empleados de forma adecuada, para conseguir la ausencia de crisis. Varios estudios señalan
como efectiva la terapia cetogénica para tratar la epilepsia refractaria al tratamiento. Si bien la
mayoría de ellos reportan datos sobre niños, existen publicaciones avalando la efectividad en adultos.
La dieta cetogénica es rica en grasas saludables, moderada en proteínas y baja o muy baja en
carbohidratos, diseñada para simular un estado continuo de ayuno y conseguir los efectos terapéuticos
que éste ejerce en el control de las crisis epilépticas.
El presente estudio pretende demostrar una mejora de la calidad de vida de los pacientes con
epilepsia refractaria gracias a la terapia cetogénica. Para ello se desarrolla un ensayo clínico en
pacientes con criterios de epilepsia refractaria. Tras la visita inicial se procederá a un control analítico,
estudio del estado nutricional y puesta en marcha de la terapia cetogénica. Se aplicará la dieta de
Atkins modificada debido a su mayor adherencia y palatabilidad ya que es menos restrictiva. Con ella
se conseguirá un ratio cetogénico aproximado 1:1 (grasa : 1g proteína + carbohidrato) y se utilizarán
60-70 % lípidos, 20-30 % proteína y 6% aproximadamente carbohidratos. Se realizarán controles
cada 15 días durante el primer mes para comprobar la adherencia a la terapia y/o la aparición de
posibles efectos adversos. Posteriormente podemos espaciar los controles cada tres meses para control
de adherencia y refuerzo nutricional, cetonuria y/o cetonemia capilar y los oportunos controles
analíticos: hemograma, bioquímica, equilibrio ácido-base, niveles de fármacos antiepilépticos. La
eficacia de la terapia vendrá determinada por la disminución o supresión de las crisis y la retirada de
alguno de los fármacos antiepilépticos y así evitar sus efectos adversos. Se considerará el período de
un año para poder hablar de ausencia mantenida de crisis o en caso de que las crisis de inicio fueran
muy esporádicas, se considerará el triple de tiempo al mayor intervalo inter crisis; eligiéndose el
período mayor de ellos.