[spa] La educación emocional entendida como parte del trabajo competencial que realiza el alumno, así como parte de la formación del profesorado es entendida como la capacidad de autorregulación, toma de conciencia, autonomía y resolución de conflictos. (Bisquerra & Escoda, 2007). Por ello, es crucial trabajarla junto a las demás competencias educativas en el marco de formación de individuos, marcado por el sistema educativo actual. Dicha formación debe iniciarse en las primeras etapas del sistema educativo -concretamente la infantil-.
Ahora bien, para poder incluir de forma efectiva la competencia emocional dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje, deberemos ser conscientes de la importancia del rol del docente en este aspecto: el profesor debe ser principal acompañante de este proceso, delimitando las estrategias necesarias, así como las herramientas que hagan posible la educación socioafectiva. Sin embargo, para que ello sea una realidad, debemos poner el foco en la formación permanente del profesorado, ya que toda esta estructura de trabajo de emociones debe ser consecuencia de una correcta preparación del cuerpo docente, algo que el actual sistema educativo no ofrece de forma óptima a los profesionales de enseñanza.
Por ello, este trabajo se focaliza en comprender, clasificar y estudiar el nivel formativo de los futuros profesionales relacionados con el campo de la docencia, trabajo social y pedagogía en materia de competencias emocionales, concretando qué formación reciben de acuerdo con los planes de estudio ofrecidos por sus respectivas carreras, y cómo se podrían relacionar con su aplicación en el mercado laboral y el contexto personal.
[eng] Emotional education, understood as part of the competence work carried out by the pupil, as well as part of teacher training, is understood as the capacity for self-regulation, awareness, autonomy and conflict resolution (Bisquerra & Escoda, 2007). For this reason, it is crucial to work on it together with the other educational competences in the framework of training individuals, marked by the current education system. This training should begin in the early stages of the education system - specifically in the early childhood stage.
However, in order to effectively include emotional competence within the teaching-learning process, we must be aware of the importance of the teacher's role in this aspect: the teacher must be the main accompanier of this process, defining the necessary strategies, as well as the tools that make socio-affective education possible. However, for this to become a reality, we must focus on the ongoing training of teachers, since this whole structure of working with emotions must be a consequence of a correct preparation of the teaching staff, something that the current educational system does not offer in an optimal way to teaching professionals.
Therefore, this work focuses on understanding, classifying and studying the training level of future professionals related to the field of teaching, social work and pedagogy in terms of emotional competences, specifying what training they receive according to the curricula offered by their respective careers, and how they could be related to their application in the labour market and personal context.