La urbanización capitalista de las últimas décadas ha sido impulsada por el denominado circuito secundario de acumulación. La ciudad se convierte en una máquina de crecimiento y beneficio económico para determinados grupos de poder o lobbies. La construcción y la especulación inmobiliaria dan lugar a un modelo de intensa expansión urbana difusa. Así ha sucedido en Toledo. Se concluye que los factores concretos del proceso han sido la determinación del crecimiento urbano por la construcción privada y la especulación, la concentración de la propiedad de la tierra, una planificación al servicio del circuito secundario de acumulación capitalista y las ocupaciones irregulares o alegales.