Este artículo analiza la poesía como espacio de praxis socio-simbólica para el sujeto femenino que escribe. Así, partiendo de que la escritura es una acción 'incesante e interminable' según Maurice Blanchot, este artículo estudia el concepto de 'corpo-ralidad' como estrategia lírica en la que la experiencia particular femenina se traduce en universal a través de la escritura, suponiendo una alteración de realidad y determinando una acción basada en el nacimiento. Este punto, iluminado por la teoría 'traer el mundo al mundo' desarrollada por el grupo filosófico Diotima, particularmente por Adriana Cavarero, demostrará así que la diferencia sexual se nos ofrece como respuesta ante la necesidad de cuestionar los parámetros de la tradición poética y han determinado la posición de la mujer como atopia.