El cáncer de mama es el más frecuente y mortal en mujeres. Una parte de las afectadas
terminarán desarrollando lesiones metastásicas que se han asociado a una disminución
de la supervivencia. Es importante realizar un correcto diagnóstico con las pruebas de
imagen, estudios histopatológicos y pruebas de laboratorio necesarias para poder
adecuar luego el tratamiento por subtipos moleculares y características de la paciente.
En los últimos años se han aprobado e implantado una gran cantidad de fármacos diana
validados en ensayos clínicos aleatorizados para alteraciones neoplásicas específicas que
podremos estudiar tanto en tejido tumoral como en plasma (mutaciones,
sobreexpresiones, déficits…) mejorando así la supervivencia y tiempo hasta la progresión
de estas pacientes.
En este contexto el papel de nuevos métodos diagnósticos o fármacos en desarrollo es
cada vez mayor, asociando una mejor perspectiva y pronóstico para esta enfermedad.