[spa] El presente estudio se ha centrado en analizar las diferencias entre un grupo adicto y no
adicto a las redes sociales en las medidas clínicas de ansiedad y depresión, así como en
el funcionamiento ejecutivo (memoria de trabajo e inhibición conductual). Se utilizó un
diseño correlacional y comparativo con una muestra compuesta por un total de 212
participantes de edades comprendidas entre los 18 y los 59 años, divididos en 34
participantes con adicción y 178 participantes sin adicción. Los instrumentos utilizados
son el BSMAS, para medir la adicción a las redes sociales, el GAD-7 para ansiedad, el
PHQ-9 para depresión y ADEXI para el funcionamiento ejecutivo. Además, se
consideraron variables sociodemográficas como la edad y el sexo. Los resultados
mostraron que, a mayor adicción a las redes sociales, mayores niveles de ansiedad y
depresión, y mayores alteraciones en el funcionamiento ejecutivo. Asimismo, la edad se
identificó como un predictor significativo del uso problemático de las redes sociales.
Estos hallazgos subrayan la necesidad de abordar el uso problemático de las redes
sociales en los jóvenes y la importancia de intervenciones preventivas para promover
una mejor salud mental.
[eng] This case study has focused on analysing the differences between a sample group
addicted to social media and a sample group non-addicted, in the clinical measures of
anxiety and depression, as well as executive function (working memory and behavioural
inhibition). A correlational and comparative research design has been used with a
sample of 212 participants aged between 18 and 59 years old, split into 34 individuals
affected and 178 non-affected by social media addiction. The tools used are BSMAS to measure social media addiction, GAD-7 for anxiety, PHQ-9 for depression, and ADEXI
for executive functions. Sociodemographic variables such as age and sex were also
considered. The results showed a significant correlation between social media addiction
and higher scores in anxiety, depression, and executive functioning. Additionally, the
age was identified as a significant predictor of problematic use of social media. The
mentioned findings highlight the necessity of tackling the problematic social media use
among youth and the importance of preventive interventions to promote better mental
health.