[eng] El artículo se incluye en el proyecto de investigación Hacia un sector ganadero sostenible? La ganadería en Mallorca en el tránsito del desarrollismo al postproductivismo (BSO 2003-01844/CPSO), del Ministerio de Ciencia y Tecnología. Sus autores, todos ellos miembros del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de las Islas Baleares, participaron alícuotamente en su realización, optando por figurar la autoría en orden alfabético. El período analizado (1946-1960) abarca desde finales de la etapa autárquica de la posguerra hasta el inicio de los años sesenta y se presentan los primeros resultados sobre la incorporación de tractores en una fase de incipiente modernización de la agricultura insular, que ha cambiado los sistemas de tipo tradicional por otros más industriales en los últimos cincuenta años y, por tanto, se incorpora así una nueva variable al análisis del tránsito de un modelo de agricultura industrial a un modelo agrario postproductivista. El estudio de la mecanización agraria de las islas Baleares se ha realizado con documentación inédita del registro de tractores entre 1946 y 1973, compuesto por seis cuadernos manuscritos. Se trata de una temática escasamente analizada y en la que existen pocos ejercicios de reflexión que intenten interpretar el proceso de mecanización en el marco antes referido y que tengan todo el territorio español como ámbito de estudio. Destacan los trabajos de Nicolás Ortega Cantero (1983) y el más reciente de Martínez Ruiz (2000). En cambio, y en relación a las islas Baleares, destacaba la práctica inexistencia de estudios específicos sobre esta cuestión. En general, el proceso de mecanización y de adaptación tecnológica también ha sido inseparable de la propia dinámica urbano-industrial. El papel que en el conjunto de España ha podido representar el desarrollo industrial y urbano, en las Baleares se ha producido a remolque de la actividad turística. El crecimiento del turismo fue el detonante del crecimiento urbano y de la penetración de la cultura urbana en las áreas rurales, a la vez que creaba un mercado laboral atractivo para la población activa agraria, que desde 1950 abandonaba el campo de forma progresiva. Los resultados confirmaron la hipótesis de que la agricultura balear no se había desarrollado de forma distinta a la del resto del Estado, de forma que tanto la apertura al exterior como la liberalización comercial que conllevó el Plan de Estabilización de 1959 contribuyó a la modernización del sector, contrariamente a las tesis de algunos autores (B. Barceló 1972) que le atribuían erróneamente la incapacidad para afrontar su modernización. Los resultados obtenidos demuestran la profunda y constante mecanización experimentada por las Baleares durante la década de los cincuenta, convirtiéndose en una de las provincias punteras al respecto, con una media de 5,6HP/ha, superando la media nacional (5,2HP/ha).