[spa] INTRODUCCIÓN: En estos últimos años, el consumo de bebidas energéticas
se ha incrementado considerablemente entre los adolescentes (Sánchez et al., 2015),
siendo el principal colectivo consumidor de este tipo de bebidas, con un 68% (EFSA,
2013). Estas bebidas carbonatadas contienen grandes cantidades de azúcar, taurina y
cafeína (AAP, 2011) y su ingesta excesiva supone un riesgo y amenaza para su salud
física y mental, produciendo alteraciones cardiacas, accidentes cerebrovasculares y
convulsiones entre otras (Sánchez et al, 2015; Al-Shaar et al., 2017). El Reglamento
Nº 1169/2011 sobre información alimentaria facilitada al consumidor señala la
obligación de indicar en el etiquetado de dichas bebidas su contenido elevado en cafeína
y la no recomendación de su consumo en niños. Los adolescentes se encuentran ante la
dificultad para identificar la publicidad y reconocer el objetivo comercial e intención
persuasiva cuando se publicitan las bebidas energéticas (Royo Bordonada y Rodríguez
Artalejo, 2015).
OBJETIVO: Determinar el consumo de bebidas energéticas entre los
adolescentes del municipio de Cartagena (Murcia), identificando ingestas excesivas y
los efectos en la salud que pueden conllevar.
MATERIAL Y MÉTODOS: Estudio cualitativo, observacional, descriptivo,
transversal y analítico. La población a estudiar serán los adolescentes de entre 10 y 19
años de un Colegio de Educación Infantil y Primaria (CEIP) y de un Instituto de
Educación Secundaria (IES) del municipio de Cartagena (Murcia). Para llevar a cabo
este estudio se utilizará un cuestionario relativo al consumo de bebidas energéticas. Este
proyecto de investigación tiene una duración total de cinco meses, iniciándose en
octubre del 2018. Se realizará un análisis descriptivo, mediante el cálculo de frecuencias
y porcentajes para todas las variables. Además, se valorará la asociación entre las
distintas variables con un intervalo de confianza al 95% y un valor p<0,05 para
determinar la significación estadística.
RESULTADOS: Según los resultados obtenidos, se planificarán e iniciarán
intervenciones de formación y estrategias de educación para la salud., con el fin de
adquirir y fomentar hábitos dietéticos y alimentarios adecuados, que no entrañen riesgos
para la salud y contribuyan al apropiado desarrollo.