Según la serie de datos que viene publicandoel Ministerio del Interior(1) con desigual grado de desglose según los años, existe una alta correlación entre el número de delitos y faltas y la población residente en las diferentes provinciasespañolas, observándose una aparente concentración espacial de los hechos delictivos en las provincias más pobladas y ubicadas en el litoral mediterráneo y archipiélagos.
No obstante, si se analizan los datos de manera pormenorizada y se ubican en el contexto espacial, socioeconómico y estacional que corresponde, relacionándolos con otras variables, como la afluencia de viajeros o la población susceptible de ser considerada población penal, se observa que en realidad los datos de delincuencia no parecen responder de forma tan clara a este patrón, lo que lleva a pensar en la
existencia de factores explicativos que deben ser considerados y en la posibilidad de calcular de forma más precisa la tasa de delincuencia.
Partiendo de esta evidencia, el trabajo analiza la distribución provincial de la tasa de delincuencia de dos formas distintas, primero como relación entre delitos y faltas y la
población empadronada a 1 de enero del año 2013 (tal y como hace el Ministerio del Interior) y, segundo, como relación entre delitos y faltas yun nuevo universo poblacional compuesto por la población empadronada en edad penal y la población viajera.
La incorporación al análisis de los viajeros entrados a lo largo de cada estación del año en cada provincia estimamos que debe considerarse decisivo para que la tasa de delincuencia se ajuste de forma más precisa a la realidad poblacional existente.
Igualmente, la exclusión del universo demográfico de la población que no puede
-por su edad- ser imputada por la comisión de delitos y faltas (menores de 14años),añade
necesariamente rigor al cálculo de la tasa.
Los resultados obtenidos permiten observar que, en efecto, existe una forma más precisa de representar la distribución espacial de delitos y faltas en el conjunto de provincias españolas y que las tasas de delincuencia que calcula el Ministerio del Interior pueden
-y deben- matizarse.
De esta forma, la distribución espacial de esta nueva tasa de delincuencia permite observar que las provincias litorales y especialmente los archipiélagos registran tasas de delincuencia muy inferiores a la media durante el período de mayor afluencia turística, lo que permite una nueva y necesaria lectura de los datos desde
el punto de vista de su distribución geográfica y su relación con las dinámicas turísticas.