[spa] El pensamiento científico surge en la educación científica principalmente a partir de las con-tribuciones del enfoque ciencia-tecnología-sociedad-ambiente en la educación científica, que trata de promover el conocimiento epistémico acerca de la práctica científica. Por otro lado, el pensamiento crítico surge en el marco de la filosofía, pero en las últimas décadas la psi-cología cognitiva contribuye a su desarrollo principal. En trabajos previos, ambos conceptos se han desarrollado y concretado en sendas taxonomías que contribuyen a categorizarlos y clarificarlos; el pensamiento científico se desarrolla en un decálogo de aspectos y destrezas, y el pensamiento crítico desarrolla cuatro dimensiones: creatividad, razonamiento, procesos complejos (resolución de problemas y toma de decisiones) y evaluación. Este artículo elabora ambos conceptos, a partir de la comparación de los contenidos de cada uno de ellos, para demostrar su profunda semejanza y las relaciones mutuas que los unen, a pesar de haber sido generados en tradiciones de investigación diferentes y expresarse con formalismos y lenguajes técnicos distintos. Como consecuencia de esta semejanza, se profundiza y clari-fica la comprensión de ambos conceptos y su desarrollo como competencias transversales del aprendizaje, con el fin de mejorar su implementación en la investigación y en la edu-cación general y científica por los docentes. Como conclusión de la semejanza mutua y el carácter transversal de ambos se sostiene que el pensamiento crítico contribuye a mejorar la educación científica y viceversa, el desarrollo del pensamiento científico contribuye también a las destrezas de pensamiento crítico, y ambos mejoran los aprendizajes desde una pers-pectiva competencial.