[esp] Este TFM pretende que nos acompañe a lo largo de todas sus páginas, el
espíritu de una intervención educativa y pedagógica que priorice la flexibilización
curricular en función de la diversidad del aula; un asunto que requiere hoy una
atención urgente, ante el incierto inicio de curso 20-21, por la pandemia Covid 19.
Se plantea una alternativa educativa basada en la sociolingüística ,en la teoría de
las inteligencias múltiples y en la competencia comunicativa para iniciar la
transición necesaria hacia una escuela sana, en tiempos de crisis global y sanitaria.
La escuela atenta a las emociones, ya era una cuestión pendiente de la
enseñanza pública junto con la tan nombrada revolución digital, carencias cuya
reparación se torna ahora urgente y suponen el talón de Aquiles de un sistema
educativo, en demasiadas ocasiones basado en el modelo de la clase presencial,
con prioridad hacia el contenido curricular y con la asunción de elevadas ratios en
el aula.
Hoy el sistema se ha visto obligado a acceder a la enseñanza virtual, para
aprender, entre otras cosas, que no hay lección sin emoción y que pese a la escuela
digital impuesta a golpe de estado de la alarma, de nada sirven las Tic si no
conoces, de verdad, al alumnado que hay más allá de una pantalla. Tal y como
apuntó la ministra de educación Isabel Celaà el pasado mes de mayo de 2020 en el
periódico La voz de Galicia : «No se trata de asignaturas particulares, sino de
evaluar la capacidad de desarrollo como ser humano» (Montero: 2020).
Urge una adaptación de los niveles de concreción, que permitan la
elasticidad académica y la atención emocional del alumnado para adquirir
destrezas lingüísticas que permitan asociar el uso de la lengua, y el conocimiento de
la literatura, a la gestión emocional de la realidad desde un aprendizaje significativo.