[spa] Como se señala en la descripción del panel, los imaginarios sobre la discapacidad alimentan el diseño y la
implementación de las políticas sociales. De hecho, las políticas sociales sobre la discapacidad en España
durante las últimas décadas, reflejan la evolución de distintos paradigmas acerca de la discapacidad; de uno
médico a uno más social. Sin embargo, pese a los avances legislativos, las encuestas a las personas con
discapacidad (como la EDAD del INE), manifiestan que la efectividad en la implementación de dichas políticas
no es plena, dada las situaciones de discriminación y exclusión que viven las personas con discapacidad en
varios ámbitos esenciales de la vida en sociedad.
En esta comunicación, hacemos énfasis en los imaginarios colectivos sobre la discapacidad, que impregnan el
discurso social, repercutiendo en las interacciones sociales y la implementación de las políticas sociales hacia
las personas con discapacidad. En concreto, aplicamos las nociones de imaginarios y representaciones al
análisis discursivo de cinco grupos de discusión, en los que se cruzan variables heterogéneas (género, barrio
de residencia, profesión y tipo de discapacidad) y variables homogéneas (edad, clase social, relación con la
discapacidad, carácter congénito o adquirido de la discapacidad y grado de la misma).
De dicho análisis se desprende que el discurso social sobre la discapacidad se erige sobre el elogio al ideal
ficticio de autosuficiencia. Y es que este ideal impregna los discursos sociales sobre la discapacidad,
reproduciendo imaginarios dominantes de la dependencia en los que la discapacidad se representa como un
freno o una carga. Frente a estos imaginarios dominantes (Baeza, 2003;2007), las personas con discapacidad
(re)producen imaginarios de la (inter)dependencia en los que se hace hincapié en los apoyos, las barreras y los
tiempos paralizantes. Estos imaginarios, a su vez, se entretejen con aquellos imaginarios dominantes que
entienden la discapacidad como una cuestión individual (“es para quien le toca”), frente a aquellos imaginarios
que la comprenden como una cuestión estructural, poniendo el énfasis en las barreras (la ciudad como un
infierno), la falta de medios materiales (el abandono institucional) y los tiempos paralizantes (las esperas).
Por último, cabe señalar que la “normopasabilidad” es una constante en el discurso, por la que se celebran las
oportunidades y actuaciones de pasar como “normal”. Y es que las interacciones sociales ponen de manifiesto
los imaginarios de la otredad en los que las marcas de diferencia se convierten en atributos indeseados o marcas
de imperfección que remiten a la histórica deshumanización de las personas con discapacidad. Es así, como el
discurso social sobre la dis/capacidad sostiene dichos imaginarios mediante representaciones por las que las
personas con discapacidad son ubicadas en los extremos de lo humano. Es decir, menos que humanas, objetos
de lástima y victimización, o más que humanas, objetos de adoración y un fetiche de inspiración.