[spa] La tesis doctoral titulada «La enseñanza primaria en Mallorca (1939-1949). Cultura y
prácticas escolares» se basa en el estudio de la práctica escolar desarrollada por los
maestros al finalizar la Guerra Civil en España. En general, se tiene una visión muy
homogénea y estereotipada de la escuela franquista, por eso esta tesis es un ejercicio
para analizar en qué medida la práctica escolar de esos años rompió con el conjunto de
prácticas y estrategias de enseñanza y aprendizaje propias de algunas de las corrientes
de renovación pedagógica instauradas en España desde finales del siglo XIX. Para la
confección de la tesis se ha delimitado el estudio a un territorio concreto, la isla de
Mallorca, y a un período cronológico, los años cuarenta del siglo XX.
Las cuestiones a las que se ha querido dar respuesta han sido dos. En primer lugar, se ha
analizado si la práctica escolar de esos años cambió de manera radical, o si por el
contrario, esas prácticas renovadoras tuvieron continuidad. En segundo lugar, también
se ha puesto la atención en la posible influencia de las prácticas escolares en la
construcción de la cultura escolar que quiso imponer el Franquismo. Es un momento en
el que se pretende uniformizar todos los ámbitos de la vida pública, entre ellos el de la
enseñanza primaria. A través del estudio presentado vemos si esas directrices y
ordenanzas aprobadas a nivel político tuvieron una traducción inmediata o, por el
contrario, si la escuela tiene todo un conjunto de prácticas y hábitos que orientan su
funcionamiento independientemente de las disposiciones aprobadas legislativamente.
La metodología utilizada en la tesis es la propia del método histórico adaptado al campo
de la historia de la educación, junto con aportaciones de otras ciencias sociales como la
etnografía, la sociología, etc., que permiten observar con más detenimiento algunas de
las prácticas que caracterizaron la escuela del momento. Con el fin de conocer esta
práctica se han utilizado diferentes fuentes, como memorias de prácticas de estudiantes
de Magisterio, memorias de oposición del magisterio, fotografías, testimonios orales,
cuadernos, etc., que, unidas a otras más clásicas en la investigación histórico-educativa
(prensa, documentación burocrática, legislación, etc.), han permitido avanzar en el
conocimiento de aquellas prácticas que se llevaron a cabo en la cotidianidad del aula.
Como principales resultados de la tesis, se apunta a que mientras que en el ámbito
político se quiere romper drásticamente con el legado pedagógico renovador, la práctica
de esos primeros años nos muestra más continuidades que rupturas. Si bien teóricamente se defienden el tradicionalismo y el catolicismo como ejes que deben
orientar toda práctica escolar, lo cierto es que cuando nos detenemos a estudiar cómo
enseñaban los maestros, vemos que una parte de ellos siguieron aplicando metodologías
de enseñanza propias de las corrientes de renovación pedagógica. No hay que olvidar
que muchos de los maestros que ejercieron en los años cuarenta eran los mismos de
antes de la guerra. Unos maestros que habían sido depurados, sí, pero que también eran
herederos de una cultura escolar anterior y, sobre todo, depositarios de toda una serie de
conocimientos y recursos metodológicos que hicieron que en un contexto de
transformación política su práctica escolar reflejase más continuidades que rupturas.