La influencia del pensamiento sistémico-comunicacional en el Trabajo Social es notable y creciente. Su aplicabilidad operativa requiere de una congruencia con los contextos de intervención clásicos que pueden desarrollarse en las relaciones de ayuda. Las lineas de demarcación entre los contextos psicosociales y los contextos clínicos puede parecer confusas si no determinan claramente las reglas que los rigen. De lo que se trata, es de aprovechar al injuimo las posibilidades para generar cambios, en los contextos que nos proporciona el Trabajo Social.