[spa] La fortificación mandataria de harina de trigo con ácido fólico ha sido implementada en
numerosos países con el objetivo de reducir el número de recién nacidos con defectos
del tubo neural (DTN). Chile implementó esta intervención nutricional a partir del año
2000.
El ácido fólico es la vitamina más utilizada en alimentos fortificados y suplementos
vitamínicos y corresponde a una forma más oxidada que la natural. Actúa como
cofactor y co-sustrato para la metilación biológica y la síntesis de ácidos nucleicos,
transportando unidades activas monocarbonadas necesarias para la síntesis de purinas y
timidilato, así como para la síntesis, replicación y reparación del ácido
desoxirribonucleico (ADN).
La revisión sistemática de estudios no controlados de diferentes países que fortifican
harina con ácido fólico muestra una importante reducción de DTN. En Chile esta
reducción alcanza a 55% considerando un período de diez años a partir del inicio de la
fortificación.
Chile monitorea el nivel de ácido fólico en harina de trigo desde el año 2005. El análisis
de esta información muestra una importante dispersión del nivel de ácido fólico cuando
se compara con lo establecido en la norma chilena (2.2 mg/kg). Entre los años 2005 y
2008 destaca que 50% de las muestras presentaba niveles inferiores a lo establecido por
norma, 10% no contenía ácido fólico y 30% presentaba niveles muy elevados.
La estimación indirecta de la ingesta de folatos totales alcanza, en algunos grupos de
adultos mayores, niveles superiores al Límite Superior Tolerable de Ingesta para adultos
(>1000 Pg/día) que se refleja en elevados niveles de folato sérico. Estos alcanzan
niveles suprafisiológicos (>20Pg/L) en 50% de adultos mayores estudiados, siendo el
déficit de folato sérico casi inexistente.
Una extensa información se ha publicado durante los últimos años en relación a riesgos
en salud derivado de la suplementación con ácido fólico, sugiriendo un aumento del
riesgo de algunos tipos de cáncer cuando se consume en altas dosis, por tiempo
prolongado y asociado a la existencia de lesiones preneoplásicas previas, entre ellos, un
aumento en la recurrencia de adenomas colorrectales y de cáncer de colon, sin embargo
la revisión sistemática desarrollada no permite concluir la existencia de mayor riesgo.
En relación con el cáncer de mama, no puede concluirse que existan beneficios o
riesgos asociados a dicha suplementación, observándose sólo un efecto protector en
aquellas bebedoras de alcohol y portadoras de algunos polimorfismos de enzimas del
ciclo del folato.
El folato y otras vitaminas relacionadas, especialmente vitamina B12, cumplen además
una importante función en el crecimiento, diferenciación, desarrollo y reparación
cerebral, así como también, en la cognición, encontrándose que la suplementación
mejora la función cognitiva cuando los niveles de folato sérico iniciales son bajos. En
adultos mayores chilenos, cuando los valores de folato sérico son bajos y los niveles de
vitamina B12 elevados, el incremento de una unidad de folato sérico (1 Pg/L) disminuye
el riesgo de deterioro cognitivo; en cambio, el aumento de una unidad de folato sérico
cuando los niveles son elevados y el nivel de vitamina B12 bajo aumenta el riesgo.
En resumen, la fortificación universal de harina de trigo con ácido fólico en Chile ha
sido una intervención nutricional exitosa cumpliendo con el objetivo de reducir la
prevalencia de los defectos del tubo neural, determinando un beneficio para la salud y
calidad de vida de los recién nacidos, pero también ha determinado un incremento
importante de la ingesta de folatos totales y de folato sérico, especialmente en adultos
mayores, sugiriendo revisar los niveles de fortificación que prevengan el mayor riesgo
de deterioro de la función cognitiva observado en ambos extremos de la distribución de
folato sérico.
[eng] Mandatory fortification of wheat flour with folic acid has been implemented in many
countries in order to reduce the number of newborns with neural tube defects (NTDs).
Chile has implemented this nutritional intervention since 2000.
Folic acid is the most commonly used in fortified foods and supplements. Folate acts as
co-factors and co-substrates for methylation, biological synthesis of nucleic acids being
essential for DNA replication and repair.
The systematic review of uncontrolled studies from different countries that fortified
flour with folic acid shows a significant reduction in NTD. In Chile this reduction was
55 % within period of ten years from the beginning of flour fortification.
Chile monitors wheat flour folic acid levels since 2005. Analysis of these data in the
flour samples shows an important dispersion level when compared with the established
in the Chilean rule (2.2 mg/kg). Between 2005 and 2008, 50% of samples had less folic
acid that established by law, 10% did not contain folic acid, and 30 % had very high
levels.
Indirect estimation of total folate intake reached higher levels than adult folic acid
Upper Level (>1000 mg/day) in some elderly people, which is related to the high serum
folate level. Fifty percent of older adults reached supraphysiological levels (>20 Pg/L)
with no serum folate deficiency.
An extensive literature has been lately published related to health risks derived from
folic acid supplementation, suggesting an increased risk of some cancers when it is
consumed in high doses, for prolonged periods and associated with preneoplastic
lesions, an increase in the recurrence of colorectal adenomas and colon cancer, but it
cannot be established that supplementation with folic acid would have benefits on the
recurrence of colorectal adenomas or cancer prevention. It cannot be also concluded that
folic acid supplementation would have benefits or risks on breast cancer. Its protective
effect is only observed in women who drank alcohol and are carriers of some enzyme
polymorphisms of folate cycle.
Folate and related vitamins, especially vitamin B12, play an important role in growth,
differentiation, brain development and repair, as well as, in cognition, finding that
supplementation improves cognitive function when initial serum folate levels are low.
In elderly Chileans, when serum folate values are low and vitamin B12 levels are high,
each one unit (1 Pg/L) increase of serum folate decreases the risk of cognitive
impairment; however, the one unit increase when serum folate levels are high and the
low level of vitamin B12 increases the risk.
In summary, the universal wheat flour folic acid fortification in Chile has been a
successful nutritional intervention that has met its goal of reducing the prevalence of
NTD determining a benefit to the health and quality of life of newborns, but it has also
led to an increase in the intake of total folate and serum folate, especially in older
adults, suggesting to reassess folic acid fortification level to prevent the increased risk
of impaired cognitive function observed at both extremes of serum folate distribution.