[spa] Introducción:
Existe una estrecha interrelación entre los procesos de sueño y el estado general de
salud física y psicológica de una persona. Un porcentaje relevante de la población
española desconoce si presenta trastornos del sueño y, por ello, no está diagnosticada
ni tratada.
Las alteraciones del sueño, tanto por cantidad de horas como por mala calidad,
repercuten en los factores, parámetros e índices de riesgo cardiovascular. Las
alteraciones del sueño, tanto por cantidad de horas como por mala calidad del mismo,
repercuten en los parámetros de obesidad. Las alteraciones del sueño repercuten en el
riesgo de padecer síndrome metabólico, considerado como condicionante de riesgo
cardiovascular (RCV).
Por ello, el desarrollo de estrategias preventivas y de intervención que reduzcan las
alteraciones del sueño redundará en una mejor calidad de vida, más si cabe cuando sabemos que actualmente, la población de países industrializados ha disminuido su
cantidad de sueño nocturno. El ámbito laboral se convierte en un medio idóneo para la
prevención primaria.
Objetivos:
Valorar el riesgo de desarrollar un síndrome de apnea-hipopnea obstructiva del sueño
(SAHOS) en la población trabajadora con los cuestionarios STOP-BANG y EPWORTH, así
como la repercusión de la cantidad de horas de sueño y la repercusión del riesgo
detectado de SAHOS de la población estudiada en el riesgo cardiovascular, los
parámetros de obesidad, hipertensión arterial y la posibilidad de padecer un síndrome
metabólico.
Como objetivos secundarios nos planteamos comparar los resultados de la prevalencia
del riesgo de SAHOS obtenidos con el cuestionario STOP-BANG versus cuestionario
EPWORTH, valorar la repercusión de las variables edad, sexo, consumo de tabaco, clase
social y tipo de trabajo en el riesgo de desarrollar SAHOS detectado con los dos
cuestionarios.
Material y Método:
Estudio observacional descriptivo y de sección transversal con una base de población de
1.110 personas trabajadores, que acudieron a los reconocimientos médicos periódicos
de Vigilancia de la Salud.
Se registraron: edad, sexo, clase social, tipo de trabajo, hábito tabáquico, parámetros
antropométricos (peso, talla, índice de masa corporal (IMC), índice cintura altura (ICA),
perímetro de cintura (PC) y grasa visceral (GV)), presión arterial, parámetros analíticos
(glucemia, colesterol total, cHDL, cLDL y triglicéridos), índices aterogénicos (Índice de Castelli, Índice de Kannel, Índice triglicéridos /cHDL), cálculo de síndrome metabólico
(según ATP III y IDF) y valoración de sueño, cantidad (entrevista al trabajador) y calidad
(medida con el test de EPWORTH y el cuestionario de STOP-BANG).
Resultados:
Se detecta un mayor riesgo cardiovascular únicamente cuando está alterada la calidad
del sueño medida con el cuestionario STOP-BANG.
Así, a mayor riesgo de SAHOS según el test STOP-BANG se observan valores más
elevados de tensión arterial (tanto sistólica como diastólica). Lo contrario ocurre con el
cuestionario de EPWORTH que, según sus resultados, cuanto peor es la calidad del sueño
menores son los valores de la tensión arterial (sistólica y diastólica). Ambos contrastes
resultaron ser significativos. La cantidad de sueño no está relacionada con la tensión
arterial.
Lo mismo ocurre con los índices aterogénicos, los tres índices toman valores más altos
(medidos de forma cuantitativa o bien cualitativa respecto del RCV) en aquellos sujetos
estudiados cuyo riesgo de apnea es intermedio-alto, respecto al riesgo bajo medido con
el cuestionario STOP-BANG (resultando ser estadísticamente significativa la diferencia
de medias).
No ocurre lo mismo con el test EPWORTH ni con la cantidad de horas de sueño al día, ya
que no se observan p-valores estadísticamente significativos.
Respecto al riesgo de síndrome metabólico, la cantidad de horas no está relacionada
con el riesgo de padecerlo. En cuanto a los test EPWORTH y STOP-BANG, tanto en el IDF
como el ATP III se observa un porcentaje mayor de sujetos estudiados con un riesgo bajo (según el cuestionario STOP-BANG) y con riesgo leve (según el EPWORTH) respecto a las
categorías con riesgos más altos.
En general hay más riesgo de obesidad cuando están alterados los parámetros del
sueño.
El riesgo de obesidad, medido según el IMC, es más alto cuando la calidad del sueño es
peor y esto se observa mejor con el test STOP-BANG que con el EPWORTH. Por el
contrario, la cantidad de horas de sueño es muy similar en los sujetos estudiados
independientemente del IMC.
Además, si se observa la relación entre el riesgo de SAHOS, valorado con el cuestionario
STOP-BANG, y los valores del IMC, vemos que valores más altos de IMC corresponden
con riesgos más altos. Mientras que, por el contrario, según el cuestionario de
EPWORTH, valores más altos de IMC corresponden a riesgos más bajos de SAHOS (es
decir, a calidades mejores del sueño).
Algo similar ocurre con los valores de PC, tanto si observamos los valores de PC de forma
cuantitativa como cualitativa (valorando el riesgo de obesidad). Con el cuestionario
STOP-BANG se observa una relación entre el riesgo más alto de obesidad, medidos por
el PC, y una peor calidad del sueño (al contrario que ocurre con el EPWORTH). En cuanto
a la cantidad de horas, se observa que a menor número de horas de sueño mayor es el
riesgo de obesidad según el PC.
Conclusiones:
La prevalencia de SAHOS detectado muestra diferencias entre los dos cuestionarios;
mostrando mayor detección de riesgo de SAHOS con el cuestionario STOP-BANG en trabajadores sanos y no diagnosticados ni tratados previamente, especialmente en el
riesgo moderado-severo.
No se encuentra correspondencia entre la cantidad de horas de sueño y el riesgo
cardiovascular, ni con el IMC, ni con la GV, ni con el síndrome metabólico.
La repercusión del riesgo detectado de SAHOS mediante los cuestionarios EPWORTH y
STOP–BANG en riesgo cardiovascular, parámetros de obesidad y síndrome metabólico
muestra resultados diferentes con ambos cuestionarios, siendo más sensible el
cuestionario STOP-BANG para establecer estas relaciones.
[cat] Introducció:
Existeix una estreta interrelació entre els processos de somni i l'estat general de salut
física i psicològica d'una persona. Un percentatge rellevant de la població espanyola
desconeix si presenta trastorns del somni i, per això, no està diagnosticada ni tractada.
Les alteracions del somni, tant per quantitat d'hores com per mala qualitat,
repercuteixen en els factors, paràmetres i índexs de risc cardiovascular. Les alteracions
del somni, tant per quantitat d'hores com per mala qualitat del mateix, repercuteixen
en els paràmetres d'obesitat. Les alteracions del somni repercuteixen en el risc de patir
síndrome metabòlica, considerat com a condicionant de risc cardiovascular.
Per això, el desenvolupament d'estratègies preventives i d'intervenció que redueixin les
alteracions del somni redundarà en una millor qualitat de vida, més si cap quan sabem
que actualment, la població de països industrialitzats ha disminuït la seva quantitat de
somni nocturn. L'àmbit laboral es converteix en un mitjà idoni per a la prevenció
primària. Objectius:
Valorar el risc de desenvolupar un SAHOS en la població treballadora amb els
qüestionaris STOP-BANG i EPWORTH, així com la repercussió de la quantitat d'hores de
somni i la repercussió del risc detectat de SAHOS de la població estudiada en el risc
cardiovascular, els paràmetres d'obesitat, hipertensió arterial i la possibilitat de patir
una síndrome metabòlica.
Com a objectius secundaris ens plantegem comparar els resultats de la prevalença del
risc de SAHOS obtinguts amb el qüestionari STOP-BANG versus qüestionari EPWORTH,
valorar la repercussió de les variables edat, sexe, consum de tabac, classe social i tipus
de treball en el risc de desenvolupar SAHOS detectat amb els dos qüestionaris.
Material i Mètode:
Estudi observacional descriptiu i de secció transversal amb una base de població de
1.110 persones treballadores, que van acudir als reconeixements mèdics periòdics de
Vigilància de la Salut.
Es van registrar: edat, sexe, classe social, tipus de treball, hàbit tabàquic, paràmetres
antropomètrics (pes, talla, índex de massa corporal (IMC), índex cintura altura (ICA),
perímetre de cintura (PC) i greix visceral (GV)), pressió arterial, paràmetres analítics
(glucèmia, colesterol total, cHDL, cLDL i triglicèrids), índexs aterogènics (Índex de
Castelli, Índex de Kannel, Índex triglicèrids /cHDL), càlcul de síndrome metabòlica
(segons ATP III i IDF) i valoració de somni, quantitat (entrevista al treballador) i qualitat
(mesurada amb el test de EPWORTH i el qüestionari de STOP-BANG). Resultats:
Es detecta un major risc cardiovascular únicament quan està alterada la qualitat del
somni mesurada amb el qüestionari STOP-BANG.
Així, a major risc de SAHOS segons el test STOP-BANG s'observen valors més elevats de
tensió arterial (tant sistòlica com diastòlica). El contrari ocorre amb el qüestionari de
EPWORTH que, segons els seus resultats, quant pitjor és la qualitat del somni menors
són els valors de la tensió arterial (sistòlica i diastòlica). Tots dos contrastos van resultar
ser significatius. La quantitat de somni no està relacionada amb la tensió arterial.
El mateix ocorre amb els índexs aterogènics, els tres índexs prenen valors més alts
(mesurats de forma quantitativa o bé qualitativa respecte del RCV) en aquells subjectes
estudiats el risc dels quals d'apnea és intermedi-alt, respecte al risc baix mesurat amb el
qüestionari STOP-BANG (resultant ser estadísticament significativa la diferència de
mitjanes).
No ocorre el mateix amb el test EPWORTH ni amb la quantitat d'hores de somni al dia,
donat que no s'observen p-valors estadísticament significatius.
Respecte al risc de síndrome metabòlica, la quantitat d'hores no està relacionada amb
el risc de patir-lo. Quant als tests EPWORTH i STOP-BANG, tant en el IDF com l'ATP III
s'observa un percentatge major de subjectes estudiats amb un risc baix (segons el
qüestionari STOP-BANG) i amb risc lleu (segons el EPWORTH) respecte a les categories
amb riscos més alts.
En general hi ha més risc d'obesitat quan estan alterats els paràmetres del somni.
El risc d'obesitat, mesurat segons l'IMC, és més alt quan la qualitat del somni és pitjor i
això s'observa millor amb el test STOP-BANG que amb el EPWORTH. Al contrari, la quantitat d'hores de somni és molt similar en els subjectes estudiats independentment
de l'IMC.
A més, si s'observa la relació entre el risc de SAHOS, valorat amb el qüestionari STOPBANG, i els valors de l'IMC, veiem que valors més alts d'IMC corresponen amb riscos més
alts. Mentre que, en sentit contrari, segons el qüestionari de EPWORTH, valors més alts
d'IMC corresponen a riscos més baixos de SAHOS (és a dir, a qualitats millors del somni).
Quelcom semblant ocorre amb els valors de PC, tant si observem els valors de PC de
forma quantitativa com a qualitativa (valorant el risc d'obesitat). Amb el qüestionari
STOP-BANG s'observa una relació entre el risc més alt d'obesitat, mesurats pel PC, i una
pitjor qualitat del somni (al contrari que ocorre amb el EPWORTH). Quant a la quantitat
d'hores, s'observa que a menor nombre d'hores de somni major és el risc d'obesitat
segons el PC.
Conclusions:
La prevalença de SAHOS detectat mostra diferències entre els dos qüestionaris;
mostrant major detecció de risc de SAHOS amb el qüestionari STOP-BANG en
treballadors sans i no diagnosticats ni tractats prèviament, especialment en el risc
moderat-sever.
No es troba correspondència entre la quantitat d'hores de somni i el risc cardiovascular,
ni amb l'IMC, ni amb el GV, ni amb la síndrome metabòlica.
La repercussió del risc detectat de SAHOS mitjançant els qüestionaris EPWORTH i STOP–
BANG en risc cardiovascular, paràmetres d'obesitat i síndrome metabólica mostra
resultats diferents amb tots dos qüestionaris, sent més sensible el qüestionari STOPBANG per a establir aquestes relacions.
[eng] Introduction:
There is a close relation between the sleep processes and the general state of physical
and mental health of a person. A substantial proportion of the Spanish population does
not know if they have sleep disorders and, therefore, they are not diagnosed or treated.
Sleep disorders, both in terms of number of hours and poor quality, have an impact upon
the cardiovascular risk factors and parameters. Sleep disorders, both in terms of number
of hours and poor quality, have an impact upon obesity. Sleep disturbances have an
impact on the risk of metabolic syndrome, considered as a determinant cardiovascular
risk factor.
Therefore, the development of preventive and intervention strategies that reduce sleep
disturbances will result in a better quality of life, especially now that we know that
currently, the population of industrialized countries has decreased their amount of
nighttime sleep. The work environment becomes an ideal means for primary prevention.
Objectives:
Assess the risk of developing OSAHS in the working population with the STOP-BANG and
EPWORTH questionnaires, as well as the impact of the number of hours of sleep and the
repercussion of the detected risk of OSAHS of the population studied in cardiovascular
risk, the parameters of obesity, hypertension and the possibility of suffering from a
metabolic syndrome.
As secondary objectives, we set out to compare the results of the prevalence of OSAHS
risk obtained with the STOP-BANG questionnaire versus the EPWORTH questionnaire, assess the impact of the parameters age, sex, tobacco consumption, social class and type
of work on the risk of develop OSAHS detected with the two questionnaires.
Material and Method:
Descriptive and cross-sectional observational study with a population base of 1,110
working people, who attended the periodic medical examinations of Health
Surveillance.
We considered: age, sex, social class, type of work, smoking habit, anthropometric
parameters (weight, height, body mass index (BMI), waist height index (WHtR), waist
circumference (WC) and visceral fat ), blood pressure, analytical parameters (glycemia,
total cholesterol, cHDL, cLDL and triglycerides), atherogenic indices (Castelli Index,
Kannel Index, Triglycerides / cHDL), calculation of metabolic syndrome (according to ATP
III and IDF) and assessment of sleep, quantity (worker interview) and quality (measured
with the EPWORTH test and the STOP-BANG questionnaire).
Results:
A higher cardiovascular risk is detected only when the quality of sleep measured with
the STOP-BANG questionnaire is altered.
Thus, the higher the risk of SAHOS according to the STOP-BANG test, the higher blood
pressure values are observed (both systolic and diastolic). The opposite occurs with the
EPWORTH questionnaire, which, according to its results, the worse the quality of sleep,
the lower the values of blood pressure (systolic and diastolic). Both contrasts turned out
to be significant. The amount of sleep is not related to blood pressure.
The same applies to the atherogenic indexes, the three indices have values significantly
higher (measured in a quantitative or qualitative way compared to the RCV) in those subjects whose apnea risk is intermediate-high, compared with the low risk measured
with the STOP-BANG questionnaire (the difference in means being statistically
significant).
The same does not apply with the EPWORTH test or with the number of hours of sleep
per day, since no statistically significant p-values are observed.
Regarding the risk of metabolic syndrome, the number of hours is not related to the risk
of suffering it. Regarding the EPWORTH and STOP-BANG tests, both the IDF and the ATP
III show a higher percentage of subjects studied with a low risk (according to the STOPBANG questionnaire) and with a slight risk (according to the EPWORTH) compared to
the categories with higher risks.
In general there is more risk of obesity when the sleep parameters are altered.
The risk of obesity, measured according to the BMI, is higher when the quality of sleep
is worse and this is best observed with the STOP-BANG test than with the EPWORTH. On
the contrary, the number of hours of sleep is very similar in the subjects studied
independently of the BMI.
In addition, if we observe the relationship between the risk of OSAHS, assessed by the
STOP-BANG questionnaire, and the BMI values, we see that higher values of BMI
correspond with higher risks. Whereas, on the contrary, according to the EPWORTH
questionnaire, higher values of BMI correspond to lower risks of OSAHS (that is, to better
qualities of sleep).
Something similar happens with WC values, whether we observe WC values
quantitatively or qualitatively (assessing the risk of obesity). With the STOP-BANG
questionnaire, we observed a relationship between the highest risk of obesity, as measured by the WC, and a poorer quality of sleep (unlike the EPWORTH). Regarding
the number of hours, it is observed that the lower the number of hours of sleep the
higher the risk of obesity according to the WC.
Conclusions:
The prevalence of detected OSAHS shows differences between the two questionnaires;
showing greater detection of risk of SAHOS with the STOP-BANG questionnaire in
healthy workers and not diagnosed or previously treated, especially in the moderate -
severe risk.
There is no correspondence between the number of hours of sleep and cardiovascular
risk, neither the BMI, nor the visceral fat, nor the metabolic syndrome.
The impact of the detected risk of OSAHS using the EPWORTH and STOP-BANG
questionnaires on cardiovascular risk, obesity parameters and metabolic syndrome
shows different results with both questionnaires, being more sensitive the STOP-BANG
questionnaire to establish these relationships.