[spa] Mantener los ritmos circadianos ajustados es esencial para estar saludables. La cronodisrupción es el desajuste de estos ritmos que se produce gracias al envejecimiento y al padecer alguna enfermedad neurodegenerativa como la enfermedad de Alzheimer (EA) y se puede agrabar por el hecho de estar institucionalizado en una residencia donde por lo general la intensidad de luz incidente se ve reducida. El sincronizador externo por excelencia y el factor principal que afecta a la cronodisrupción en ancianos, con o sin EA, es el ciclo de luz-oscuridad. Este genera respuestas directamente sobre el núcleo supraquiasmático (NSQ) que actúa como sincronizador endógeno regulando el ritmo de sueño-vigilia mediante la liberación de melatonina en el plasma. Para estudiar las alteraciones que sufren los ancianos con EA incipiente o demencia leve de tipo Alzheimer sobre su ritmo circadiano de sueño-vigilia se analizan el ritmo de temperatura periférica (TP) y de actividad motora. El ritmo circadiano de TP es muy buen marcador del ritmo. Además, la cronodisrupción también tiene efectos sobre la calidad del sueño y sobre el estado cognitivo y emocional. Se aplica una terapia no invasiva, terapia de luz brillante (TLB), con la finalidad de conseguir un mejor ajuste del ritmo así como mejoras a nivel de calidad de sueño y estado cognitivo y emocional. Se concluye que la TLB supone mejoras puntuales o prevalentes dependiendo del parámetro estudiado pero en general ayuda a mejorar la calidad de vida de los ancianos.