[spa] El calentamiento global es uno de los mayores problemas del cambio climático. En la Conferencia de París sobre el Clima, celebrada en 2015, 195 países firmaron un acuerdo para establecer un plan que limitase el calentamiento global por debajo de los 2ºC, de los 4.5 que están previstos si no se actúa. La principal causa del calentamiento global es la quema de combustibles fósiles para producir energía, de entre los que los edificios corresponden a un 40% del total de energía consumida en el mundo.
Reducir las emisiones, que es uno de los puntos principales de los acuerdos de París, y usar energías renovables, recursos limpios y de renovación natural, son las dos soluciones principales para luchar contra el cambio climático.
El aumento de las energías renovables ha abierto una ventana al autoconsumo. El autoconsumo ayudaría a reducir las emisiones de CO2, y, si cada edificio tuviera sus placas solares, también podría permitir una mayor eficiencia energética y un mayor control sobre el consumo, ya que se podría escoger en qué condiciones y en qué momento consumir la energía generada.
El reciente cambio de normativa de autoconsumo en España, provocado con la derogación del llamado “impuesto al sol”, ha abierto una enorme posibilidad para que los autoconsumidores puedan aprovechar sus excedentes de energía, en el caso que no consuman todo lo que producen. La única limitación es que deben estar en el mismo transformador, como una misma comunidad de vecinos.
Este trabajo quiere proponer una solución para ese excedente de energía de los autoconsumidores; un mercado energético entre los mismos vecinos. Nuestra propuesta de un mercado energético crearía la oportunidad de que los vecinos productores vendan, de una manera muy sencilla, esos excedentes directamente a otros miembros de su misma comunidad, con precios más asequibles, con lo que ganarían ambas partes.