[spa] A finales del siglo XIX, la economía capitalista y las nuevas formas de consumo que trae implícitas tratando de seducir al individuo urbano con multitud de estímulos suponen un cambio en el modo en que éste experimenta la ciudad. Esto conlleva la aparición de nuevas patologías producto de un supuesto exceso de demanda del cerebro; es el caso de la fatiga mental y, como derivación de esta, la neurastenia. Estos efectos fueron abordados en la época por Georg Simmel, quien se interesó por la reacción que sobre el individuo produce la urbe capitalista ligada a la 'intensificación de la vida nerviosa'. En este artículo abordaremos la lectura que Simmel plantea de los efectos que la ciudad moderna ejerce en el ciudadano. Nos centramos particularmente en la cuestión de la saturación de estímulos para tratar de entender no sólo cómo se creía que la ciudad afectaba al ciudadano en la época sino también el papel novedoso que se otorga a la sensibilidad como intermediaria del vínculo entre individuo y ciudad.