[spa] Las cifras de la violencia de género en la población adolescente ponen de relevancia un
problema existente que revela carencias educativas, ya que la educación sexoafectiva supone
un elemento de prevención de las violencias machistas (Ramiro-Sánchez, Ramiro, Bermúdez,
Buela-Casal, 2018)
En la actualidad se da un acceso de la juventud a las tecnologías de la información y la
comunicación de forma libre, por lo que encontramos desde edades tempranas, muestras de
nuevas formas de desigualdad, ya habituales, especialmente en lo que se refiere a temas de
género y diversidad sexual. En los últimos años, los nuevos tipos y usos de las tecnologías
están teniendo repercusiones negativas por el aumento de determinadas conductas en los
espacios virtuales. Por ejemplo, la edad de consumo de pornografía ha bajado en los últimos
años, empezandose a consumir en el momento en que suelen tener dispositivos móviles, que
según nos indican ciertos estudios se sitúa en torno a los 8 años, teniendo acceso a internet
incluso antes, a los 7 años (Garmendia, 2011). Estos dispositivos se dan sin que los y las
menores tengan una base construida, de forma sólida, acerca de lo que son las relaciones
sanas, y sin que tengan formada una visión crítica en torno a los estereotipos de género y la
violencia sexual que oculta la pornografía.
Se hace necesario un abordaje multifocal de los temas relacionados con la afectividad y la
sexualidad, poniendo especial énfasis en la equidad de género, que permita afrontar los
problemas actuales y aspirar a una sociedad más igualitaria. Esto se haría mediante programas
integrales, que tengan en cuenta las necesidades actuales de la población y que sepan
adaptarse a ellas.