[spa] La comunidad gitana ha sido desplazada y rechazada a lo largo de la historia de España, de manera sistemática, se ha apartado de la sociedad llegando a manifestar, en el siglo XVIII, que “conviene extinguirlos o “llevarlos a América” entendiendo que en ese momento la gente veía el continente como un lugar muy lejano, por tanto, la intención de esa alegación sería no volver a verlos nunca más ya que se pensaba de ellos que eran unos “españoles de malas costumbres” y que “las mujeres gitanas son deshonestas y roban a las doncellas” (Sánchez Ortega, 1977). Más adelante, se pensaba que sólo servían para fabricar canastas o realizar piezas artísticas con hierro llegando a alegar que no merecía la pena que aprendieran el oficio de albañilería, lo cual nos lleva a los prejuicios de “no son capaces de aprender” o “no son capaces de relacionarse con personas que no sean de su etnia” como se comenta en el trabajo de Pérez publicado en 1976 (Pérez, 1976). Son varios los autores que han investigado los estereotipos y prejuicios que se han tenido hacia los gitanos, entre los que destacan calificaciones tales como “vagos”, “ladrones”, “relacionados con la droga”, “sucios” o “malnutridos” entre otros (Calvo Buezas, 1990, 1995, 1999) (Iniesta, 1982) (Martínez Román, Bellido Alonso, Palomar Villena, et al. 1995) (San Román, 2005) (Gamella, 2011). Estos pensamientos sobre la etnia gitana han persistido a lo largo de muchos años y han dificultado la integración de la misma en la sociedad donde se mueven, esta clase de prejuicios y estereotipos ponen obstáculos a las personas gitanas a la hora de encontrar trabajo ya que se tiene una imagen negativa de ellos y esto repercute en su contratación por parte de las empresas (Fernández Álvarez, 2018). Cabe mencionar que estas actitudes se pueden observar desde muy temprana edad en la escuela donde ya se comienzan a dar episodios de rechazo y discriminación donde el modelo implantado en clase repercute en la integración de los niños gitanos siendo que si se trata de un modelo incluyente ayuda a estos infantes a relacionarse más y mejor con los compañeros no gitanos y si se trata de un modelo excluyente, los alumnos gitanos se ven desplazados físicamente -ya que los sientan a todos en un lugar de la clase- y esta circunstancia dificulta su integración en el aula (Lozano, 2015). Si bien es cierto que últimamente está mejorando la situación de esta minoría, todavía queda mucho trabajo por hacer para que estén totalmente integrados en la sociedad que les rodea, ya que a pesar de que se está consiguiendo la visualización de gitanos y gitanas que estudian y se mezclan con todo tipo de personas aún se siguen viendo reacciones de asombro al ver que un individuo perteneciente a esta comunidad estudie o tenga un trabajo como una persona cualquiera (De Haro, 2009) (Padilla Carmona, González Monteagudo y Soria Vílchez, 2017). El presente trabajo trata de formar una imagen a través de los años sobre los prejuicios y estereotipos que se han podido tener hacia la población gitana, después de realizar una búsqueda bibliográfica, se ha plasmado el resumen de varios estudios que tratan el tema. Como conclusión principal podemos decir que son muchos los prejuicios y estereotipos que se tienen respecto a esta minoría étnica, y, aunque hoy en día esta mejorando esa imagen, todavía podemos encontrar rechazo y obstáculos que dificultan la integración de esta comunidad en la sociedad que los rodea