[spa] A pesar de la promoción del acogimiento familiar como medida de protección
más indicada tras la separación familiar, el acogimiento residencial continúa
siendo una de las alternativas más adoptadas en nuestro país, pues en muchos
casos, por varios motivos, no se contempla una alternativa de tipo familiar. Esto
quiere decir que, por diferentes circunstancias, un porcentaje significativo de
niños, niñas y adolescentes debe salir de su domicilio y contexto familiar y
entrar en un centro de protección en el que se pueda garantizar su protección y
cuidados.
Vivir y crecer en un entorno familiar desfavorable provoca graves secuelas en la
salud mental infanto-juvenil, que a su vez tendrán gran repercusión en su vida
adulta. Por su parte, la ausencia o demora en la aplicación de tratamiento
psicoterapéutico de los posibles problemas de salud mental puede
desencadenar en un empeoramiento de los síntomas y en la cronificación de los
mismos. La elevada incidencia de trastornos psicológicos en la población
acogida en centros de protección informa de la necesidad de establecer una
serie de protocolos unificados de detección, evaluación, diagnóstico e
intervención que permitan la superación de dichas dificultades y la integración
total de estos menores en la sociedad.
En el presente trabajo se pretende realizar recoger información de la situación
actual del acogimiento residencial en España, así como de la salud mental de
los jóvenes que residen en centros de protección y de las necesidades del
sistema de protección del menor del estado en cuanto a protocolos de
intervención psicológica. Finalmente, se realiza una serie de propuestas de
mejora que podrían beneficiar en la detección y tratamiento de problemas de
salud mental de los menores acogidos en centros de protección.