[spa] El ácido tartárico, conocido como el ácido del vino, puede precipitar en cristales de bitartrato
potásico una vez embotellado. La precipitación provoca dos problemas importantes para el
sector vitivinícola, por un lado, los vinos en los que se precipita el ácido tartárico pierden acidez,
y por otro, se provoca una pérdida de interés por parte del consumidor al aparecer “posos”
antiestéticos al fondo de la botella. Los vinos obtenidos en las Islas Baleares son poco ácidos
debido a la climatología y al terreno de cultivo, siendo por lo tanto menos competitivos que los
vinos procedentes de la península Ibérica. Dado que la comisión europea en el año 2009 aprobó
en el reglamento de la Comisión (CE) 606/2009 el uso de resinas de intercambio para realizar el
proceso de estabilización tartárica, en este proyecto se propone llevar a cabo un estudio que
permita a la empresa colaboradora (Antonio Nadal SA) el diseño y construcción de un equipo a
nivel industrial para la estabilización tartárica de los vinos, y como efecto adicional, contribuir a
disminuir su pH y con ello potenciar las propiedades organolépticas de los mismos. Además, el
estudio permitirá disponer de un protocolo de trabajo con el equipo, indicando el volumen de
tratamiento en cada regeneración, método de regeneración y conservación de la columna, así
como el porcentaje adecuado de vino a tratar.