[spa] Los pacientes con dolor crónico suelen experimentar una notable disminución en la calidad de vida, ya que un elevado porcentaje suele padecer trastornos del sueño y mayor probabilidad de padecer trastornos como ansiedad o depresión. El sueño es un proceso cerebral, reversible, cíclico y sensible a los cambios en la homeostasis. La ansiedad es una respuesta patológica de las personas que aparece delante de situaciones cotidianas, provocando altos niveles de malestar e intranquilidad que puede afectar a la calidad del sueño. El dolor es “una experiencia sensorial y emocional desagradable, la cual se encuentra asociada a un daño tisular, real o potencial, o descrito en términos de dicho daño”. El objetivo principal de este estudio es comparar la calidad de sueño de un grupo de sujetos con dolor crónico con ansiedad baja/leve frente a otro grupo con ansiedad moderada/grave. Se compone de una muestra de 23 sujetos con dolor crónico (en su mayoría, de tipo lumbar). Los instrumentos utilizados en este estudio son el Cuestionario de Calidad del Sueño Pittsburgh (PSQI) y el Inventario de Ansiedad de Beck (BAI). El análisis se ha llevado a cabo mediante una prueba U de Mann-Whitney y un análisis de correlación Rho de Spearman a causa del incumplimiento de normalidad estadística de los datos. Los resultados reflejan que existen diferencias entre el grupo de pacientes con dolor crónico con ansiedad baja/leve y el grupo de pacientes con ansiedad moderada/grave en diversos aspectos de la calidad de sueño, como levantarse para ir al servicio, tener pesadillas, realizar actividades cotidianas como comer o conducir, conciliar el sueño en la primera media hora, tener problemas para dormir a causa del dolor, así como en la valoración subjetiva que hacían sobre su propia calidad de sueño. En conclusión, se puede afirmar que las personas con dolor crónico que sufren mayor ansiedad tienen peor calidad de sueño.
[eng] Patients with chronic pain usually experience a notable decrease in quality of life, since a high percentage tend to suffer from sleep disorders and a higher probability of suffering from disorders such as anxiety or depression. Sleep is a cerebral process that is reversible, cyclical and sensitive to changes in homeostasis. Anxiety is a pathological response of people that appears in everyday situations, causing high levels of discomfort and restlessness that can affect the quality of sleep. Pain is “an unpleasant sensory and emotional experience associated with actual or potential tissue damage, or described in terms of this damage”. The main objective of this study is to compare the sleep quality of a group of subjects with chronic pain with low/mild anxiety with another group with moderate/severe anxiety. The study consists of a sample of 23 subjects with chronic pain (mostly lumbar). The instruments used in this study are the Pittsburgh Sleep Quality Questionnaire (PSQI) and the Beck Anxiety Inventory (BAI). The analysis was made using a Mann-Whitney U test and a Spearman's Rho test due to non-compliance with statistical normality of the data. The results show that there are differences between the group of patients with chronic pain with low/mild anxiety and the group of patients with moderate/severe anxiety in various aspects of sleep quality, such as getting up to go to the bathroom, having nightmares, daily activities such as eating or driving, falling asleep in the first half hour, having trouble sleeping due to pain, as well as in the subjective assessment they made of their own quality of sleep. In conclusion, it can be stated that people with chronic pain who suffer from higher anxiety have poorer quality of sleep.