[spa] La cardiopatía isquémica continúa siendo la principal causa de muerte global y perdida
de años de vida en adultos, especialmente en mujeres jóvenes (menores de 55 años).
Pese a esto, están infrarrepresentadas sistemáticamente en la mayoría de estudios
cardiológicos.
Las mujeres tienen factores de riesgo cardiovascular específicos, cuya presencia se ha
relacionado con una mayor carga de enfermedad cardiovascular. Por el contrario, la
influencia hormonal de los estrógenos endógenos en las mujeres en edad fértil ejerce
efectos protectores cardiovasculares y son diagnosticadas de enfermedad coronaria
obstructiva de 8 a 10 años más tarde que los hombres, asociando mayor comorbilidad.
La angina es la forma de presentación de la cardiopatía isquémica estable más
frecuente en ambos sexos. La mayoría de pacientes de ambos sexos con síndrome
coronario agudo presentan enfermedad coronaria obstructiva, que se asocia con un
aumento de la mortalidad y eventos cardíacos adversos mayores. Sin embargo, la
enfermedad microvascular (no obstructiva) es más frecuente en mujeres que en
hombres, siendo paradójico que las mujeres presenten mayores tasas de isquemia
miocárdica y mortalidad en comparación a los hombres. Y por tanto, las pruebas
diagnósticas empleadas en hombres podrían no ser de utilidad, no existiendo todavía
algoritmos diagnósticos con la misma precisión diagnóstica que en hombres.
Respecto al tratamiento, pese a las ya conocidas y ampliamente estudiadas diferencias
farmacocinéticas y farmacodinámicas entre sexos, y la aparente peor respuesta a los
tratamientos estándar en mujeres, no existe unanimidad sobre un tratamiento que iguale
resultados en cuanto a eficacia respecto al sexo masculino, y en su defecto, abogan por
emplear el mismo en ambos sexos.
[eng] Ischemic heart disease continues to be the leading cause of global death and years of
life lost in adults, especially in young women (under 55 years of age). Despite this, they
are systematically underrepresented in most cardiology studies.
Women have specific cardiovascular risk factors, the presence of which has been linked
to a higher burden of cardiovascular disease. On the contrary, the hormonal influence of
endogenous estrogens in women of childbearing age exerts cardiovascular protective
effects and they are diagnosed with obstructive coronary disease 8 to 10 years later than
men, associating greater comorbidity.
Angina is the most common form of presentation of stable ischemic heart disease in both
sexes. The majority of patients of both sexes with acute coronary syndrome have
obstructive coronary disease, which is associated with increased mortality and major
adverse cardiac events. However, microvascular (non-obstructive) disease is more
common in women than in men, and it is paradoxical that women have higher rates of
myocardial ischemia and mortality compared to men. And therefore, the diagnostic tests
used in men may not be useful, as there are still no diagnostic algorithms with the same
diagnostic accuracy as in men.
Regarding treatment, despite the already known and widely studied pharmacokinetic and
pharmacodynamic differences between the sexes, and the apparent worse response to
standard treatments in women, there is no unanimity on a treatment that equals results
in terms of efficacy compared to the male sex, and failing that, they advocate using the
same in both sexes.