[spa] El Paisaje Cultural Cafetero Colombiano (PCCC o PCC) fue declarado
Patrimonio de la Humanidad en 2011. Este reconocimiento internacional tiene
como objetivo la protección y la conservación del paisaje para las generaciones
futuras. El éxito de la candidatura viene dado por los valores excepcionales que
posee la cultura cafetera en sí misma, así como por la gestión llevada a cabo por
el gobierno colombiano junto con otras instituciones de los departamentos
implicados desde que se planteó la posibilidad de presentar el PCC a la Lista de
Patrimonio Mundial, cuando el Comité añadió el paisaje cultural como categoría
de bien cultural en 1992. El principal beneficio es que la promoción del lugar tras
la nomenclatura abre muchas posibilidades de crecimiento socioeconómico. Sin
embargo, también genera nuevos retos y dificultades de gestión, que de no ser
bien resueltas pueden poner el peligro la integridad del bien. Este trabajo quiere
poner en relieve los valores de este patrimonio, así como exponer de manera
crítica las ventajas y desventajas tras la nomenclatura del PCC como Patrimonio
Mundial una década después.
[eng] The Colombian Coffee Cultural Landscape (CCLC o CCL) was declared a World
Heritage Site in 2011. This international recognition aims to protect and conserve
the landscape for future generations. The success of the candidacy is given by
the exceptional values that the coffee culture possesses, as well as by the
management carried out by the Colombian government together with other
institutions of the departments involved since the possibility of presenting the
CCL was raised to the World Heritage List, when the Committee added cultural
landscape as a category of cultural property in 1992. The main benefit is that the
promotion of the place behind the nomenclature opens many possibilities for
socio-economic growth. However, it also generates new challenges and
management difficulties, which if not well resolved can endanger the integrity of
the asset. This work wants to highlight the values of this heritage, as well as
critically expose the advantages and disadvantages behind the nomenclature of
the CCL as World Heritage a decade later.