[spa] Tras la última disputa territorial entre Ucrania y Rusia, ha comenzado un nuevo
conflicto entre los dos países situados en el nordeste de Europa, vitales para la
situación socioeconómica mundial. Una mezcla entre intereses territoriales, los
cuales desean preservar o adquirir dependiendo del país, y una gestión pésima
por parte de ambos bandos para sosegar el conflicto, han provocado que esta
nueva guerra sea una de las más fatales de los últimos años en términos
económicos y demográficos.
Rusia ha decidido invadir una parte de Ucrania encabezada por su líder político
Vladímir Putin, cuestionado por los métodos e ideología utilizados a lo largo de
su segundo periodo en el poder. En contraparte, encontramos a Volodímir
Zelenski, presidente de Ucrania que, con el apoyo de los Estados Unidos y la
Unión Europea, ha intentado frenar un avance ruso y remediar con una paz que
no parece que llegue pronto.
La importancia de las riquezas provenientes de estos países en el sector de
materias primas, como son el gas natural y el petróleo, han provocado daños
colaterales mundiales que han llegado hasta España. Más concretamente, las
islas Baleares no han sido excepción en ser víctima de la guerra ruso-ucraniana
y ha sufrido consecuencias económicas considerables. A pesar de todo, el
turismo en las Baleares sigue recuperándose de manera exponencial tras la
pandemia y el COVID-19 y no parece que el conflicto entre Rusia y Ucrania
vaya a evitar.