[spa] La infancia es una etapa clave en el desarrollo de las personas, este momento se caracteriza
por la construcción del bienestar y desarrollo individual que va a acompañar a la persona a lo
largo de su vida. Sin embargo, las experiencias vitales varían en la individualidad de la
persona y no todos los niños crecen en espacios seguros, si no que por contra muchos
experimentan experiencias adversas en la infancia las cuales derivan en un impacto
significativo en su desarrollo físico, emocional y social. Según el estudio de Felitti et al.
(1998) estas experiencias se las conoce como ACE (significado por sus siglas en inglés
Adverse Childhood Experiencies), abarcan desde situaciones que comprenden el abuso
físico, emocional o sexual hasta la negligencia, el abandono, la exposición a la violencia en
contextos como el doméstico o el comunitario, el divorcio de los progenitores y otros eventos
traumáticos. A largo plazo las ACE tienen un impacto significativo en la salud de las
personas en la etapa adulta ya que se asocian con un incremento de problemas tanto físicos
como mentales, derivando desde enfermedades crónicas, pasando por trastornos mentales
hasta pasar inclusive por el abuso de sustancias.