[esp] Los animales poiquilotermos presentan una fuerte dependencia térmica frente a su ambiente. Sin embargo, son capaces de ajustar su temperatura corporal por medio del comportamiento y por ajustes parciales termorreguladores fisiológicos, de esta forma optimizan las pérdidas y ganancias de calor para mantener el organismo dentro de un rango de preferencia térmica, lo cual les permite maximizar de esta forma su eficiencia fisiológica.
Un conjunto de lagartos de la especie Gallotia galloti se situaron en un terrario en el que existía una amplia variación de temperaturas. De esta forma, los animales podían seleccionar la región que fuera más próxima a su temperatura de confort. Sin embargo, los animales deberían abandonar esta región para conseguir alimento que estaba situada en una región fría, con una temperatura alejada de la temperatura de confort.
La cinematografía termográfica intervalométrica permitió registrar las temperaturas corporal y del medio así como las variaciones en la temperatura de diversas partes del cuerpo en función de la región ocupada. De este modo, se pudo comprobar que la temperatura cefálica de los animales se mantuvo en un rango de entre 33ºC y 37ºC a pesar de visitar ocasionalmente, para alimentarse, el punto más frio del terrario a 13 ºC. En la mayoría de los casos, el animal prefirió situarse en regiones cuya estaba en torno a 25 y 30ºC. Sin embargo, durante la mayor parte del tiempo mantuvo una temperatura cefálica de casi 10ºC más elevada.
[eng] Poikilothermic animals show a strong dependence on environmental temperature. However, they are able to adjust their body temperature through behavioral and partial physiological thermoregulatory adjustments. In this way, they optimize the heat loss and gains to keep the body within a range of thermal preference and to allow maximizing their physiological efficiency.
A group of Gallotia galloti lizards were placed in a terrarium with a wide thermal variation in different regions. In this way, the animals were able to select the most thermally comfortable region. However, they should leave this region to get food, which was placed in a cold region, with a temperature far away from the comfort temperature.
The time-lapse thermographic cinematography recordings allowed recording the environmental and body temperatures as well as the variations in different parts of the animal body in function to the temperature of the environment. In this way, it was found that the cephalic temperature was maintained within the 33 – 37 range in spite of occasional visits, the coldest spot in the terrarium at 13ºC to get food. Most frequently, the animals preferred to stay in 25-30ºC regions, while maintaining a cephalic temperature of up to 10ºC higher.