[spa]Es bien sabido en todo el ámbito deportivo y
científico que el ejercicio agudo y de elevada
intensidad genera inflamación en los músculos
que ejerce contracciones tanto concéntricas
como excéntricas. Pero recientes estudios están
intentando demostrar como el ejercicio
moderado y realizado de forma regular,
disminuye este perfil pro-inflamatorio,
facilitando la aparición de un ambiente antiinflamatorio
que mejore la reparación tisular.
Para este estudio se utilizaron muestras
sanguíneas de futbolistas en 3 situaciones: al
principio de la pre-temporada; tras 8 semanas
de entrenamiento regular, antes de comenzar el
entrenamiento; y tras 8 semanas de
entrenamiento regular, después de realizar el
entrenamiento. En esas muestras se
determinaron los niveles circulantes de las
interleucinas IL-6, IL-10 e IL-1ra y del
malondialdehído (MDA) como marcador de
peroxidación lipídica, así como los niveles de
expresión génica de los genes que codifican
para NF-κB, COX2, IL-1β y MnSOD en
células mononucleares.
Los niveles plasmáticos de IL-6 e IL-1ra,
aumentaron de forma significativa tras el
ejercicio agudo (tras 8 semanas de
entrenamiento regular, después de realizar el
entrenamiento), respecto a las otras dos
situaciones, pero no los de IL-10. Esto fue
favorecido por la expresión génica
significativamente alta de NF-κB y MnSOD en
la misma situación, pero solo respecto a la
situación inicial (antes de la pre-temporada).
Todo esto sumado a un aumento, pero no
significativo, de MDA.
Por lo tanto, se puede deducir que el ejercicio
prolongado, promueve el aumento de
citoquinas anti-inflamatorias así como la
expresión génica de genes que codifican para
enzimas que tienen ese mismo papel. Aunque
sea inevitable que el perfil proinflamatorio
siempre aumente un poco.
[eng]It is well known, throughout the sports and
scientific fields, that acute and non-continuous
exercise generates inflammation in muscles,
induced by both concentric and eccentric
contractions. However, recent studies are
trying to demonstrate how the moderate
exercise regularly performed decreases the
proinflammatory profile, facilitating the
appearance of an anti-inflammatory
environment that enhances tissue repair.
In this study, blood samples from football
players were extracted in 3 situations: at the
beginning of the pre-season; after 8 weeks of
regular training before beginning training; and
after 8 weeks of regular training after
completing training. In these samples, the
circulating levels of interleukins IL-6, IL-10
and IL-1ra, and malondialdehyde (MDA) as a
marker of lipid peroxidation, as well as gene
expression levels of genes encoding NF-κB,
COX2, IL-1β and MnSOD in mononuclear
cells were determined.
The plasmatic levels of IL-6 and IL-1ra
significantly increased after acute exercise
(following 8 weeks of regular training after
completing training), compared to the other
two situations, but not IL-10. This was
favoured by the significantly higher gene
expression of NF-κB and MnSOD in the same
situation, but only compared to the initial
situation. All this was combined with a nonsignificant
increase of MDA.
Therefore, it can be deduced that prolonged
exercise promotes an increase in the antiinflammatory
cytokines as well as in the
expression of genes, which encodes enzymes
having the same role. Nevertheless, a slight
increase in pro-inflammatory mediators is
inevitable.