[spa] Desde diversos informes internacionales de prospectiva educativa se hace referencia a la
omnipresencia de la tecnología, especialmente a partir de las demandas derivadas de la
pandemia por Covid-19. Dichos informes ya indican ya que los motores de cambio se están
centrando en el uso de tecnologías emergentes que puedan aunar los avances en materia
tecnológica con los recientes desarrollos relacionados con el estudio de las funciones
cerebrales, destacando las “neurotecnologías”. Se denomina así a las tecnologías que se
utilizan para analizar, monitorizar o estimular el cerebro, consideradas como tecnologías
educativas, porque los recientes desarrollos de las tecnologías portátiles y wearable, permiten
ahora realizar investigaciones neurocientíficas fuera del laboratorio, en entornos
ecológicamente válidos, como las aulas (Bevilacqua et al., 2019; Dikker et al 2020). El objetivo
del estudio es realizar una revisión temática sobre el uso de este tipo de esta tecnología
emergente en el aula, las interfaces cerebro – computador (BCI),para posteriormente
plantear escenarios sobre el futuro de los procesos de enseñanza – aprendizaje a partir de
un hipotético uso y apropiación de esta tecnología por parte de los docentes.