Se lleva a cabo un análisis comparado de la evolución turística y territorial de Ibiza y Menorca con especial interés en su proceso de inserción en estructuras económicas extrainsulares. Se describen las principales características de dos modelos que han evolucionado con cronologías no coincidentes y aportando una oferta diferenciada, en el caso ibicenco se trata de una oferta que capta una demanda hedonista y en el caso menorquín se aspira a acoger la demanda de perfil sostenibilista. Es resultado es favorable a la contabilidad económica ibicenca pero la factura social de su éxito es mayor que la menorquina. Ibiza interactúa más que Menorca con la economía exterior de la isla y esta relación la hace partícipe de resultados más extremados que Menorca tanto en tasas de éxito económico como en problemas de exclusión social.