Una de las ideas más repetidas entre los defensores de la enseñanza de la filosofía es la orientación que proporciona la materia hacia la formación crítica de los alumnos. Ahora bien, ¿está perdiendo el concepto de crítica su sentido por el abuso del término? ¿Enseñar filosofía, independientemente de la estrategia didáctica que se adopte para hacerlo, conduce inevitablemente a la adopción de actitudes y formas de pensamiento críticas? En este trabajo se plantea la resignificación de un concepto que en ocasiones parece haber quedado vacío de contenido. Para ello, se estudiará la noción del concepto desarrollada por la Teoría Crítica, sus implicaciones pedagógicas y la posible traducción didáctica en un curso de Filosofía y Ciudadanía.