[spa] Hoy en día el 63% de las defunciones mundiales son debidas a las Enfermedades No
Transmisibles (ENT), enfermedades de larga duración y por lo general de evolución
lenta. Sin embargo, la mayoría son prevenibles, así como las pérdidas económicas
acumuladas de 7 billones de dólares que habrá durante los próximos 10-15 años y
millones de personas atrapadas en el umbral de la pobreza por dichas ENT.
Se debería buscar la reducción del consumo de tabaco, del consumo nocivo de alcohol,
las dietas mal sanas y la inactividad física. Factores de riesgo que propician a su vez
cuatro cambios metabólicos/fisiológicos claves: hipertensión arterial,
sobrepeso/obesidad, hiperglucemia e hiperlipidemia.
Frente a esta situación y siguiendo la recomendación de la Organización Mundial de la
Salud, tanto para los adultos como para los niños, de reducir el consumo de azúcares
libres a menos del 10% de la ingesta calórica total; los Estados Miembros de la Unión
Europea propusieron en 2013 desarrollar y fortalecer políticas de nutrición a través de
planes de acción nacionales de alimentación con el objetivo, entre otros, de reducir el
contenido de azúcares libres y su añadido en los alimentos y bebidas no alcohólicas.
En este trabajo se ha querido desarrollar esta problemática y mostrar opciones
alternativas para combatir esta pandemia, mediante gran variedad de estudios, con
edulcorantes, tanto naturales como artificiales; cuyo uso podría defenderse y
promocionarse desde las consultas de atención primaria a nivel nacional.