[spa] En los últimos años se han llevado a cabo numerosas experiencias de innovación en educación infantil en las cuales se han desarrollado cambios metodológicos, como podrían ser las propuestas de trabajo por ambientes. A pesar del este auge, varias investigaciones apuntan que la coeducación sigue siendo un reto a conseguir (Bejarano, Martínez, Blanco, 2019).
Cordero (2013) explica que el profesorado encuentra barreras a la hora de poner en marcha la coeducación y revela que muchos/as consideran que la coeducación ya se en la propia dinámica de clase. Esto evidencia que la coeducación se da por hecha y no consta de un plan específico de desarrollo. Ugalde, Aristizabal, Garay y Mendiguren (2019) reclaman la necesidad de estructurar el programa coeducativo más allá de campañas o celebraciones de días puntuales. Esta idea tiene relación con la concepción de coeducación como cambio cultural (Subirats, 2017), que apunta que hombres y mujeres hemos sido educados en una cultura machista y es la que trasmitimos desde la inconsciencia. Así, puede resultar peligroso dar por hecha la coeducación, sobretodo en infantil: período especialmente sensible. Es en la infancia donde se ponen las bases de la identidad sexuada y se debe tener especial cuidado con los mensajes que se envían (Subirats, 2017).
Todo ello evidencia la necesidad de repensar los cambios metodológicos y propuestas clasificadas como innovadoras desde la perspectiva de género.